Cuando miro por la ventana, con las hojas cayendo y las temperaturas un poco más bajas, me doy cuenta que el mes de noviembre del calendario gregoriano ya está sobre nosotros. En el pasado domingo 3 de noviembre, el horario de verano terminó aquí en los EE.UU.. Fue un momento de cambio, por así decirlo.
Acabamos de regresar de la Fiesta de los Tabernáculos y del Octavo Día designados por Dios, ¿Estamos enfocados en seguir dedicados a continuar cambiando y ser más como nuestro Padre y Su Hijo Jesucristo?
El mes Kislev (o Keslev, o Chislev) comenzará al atardecer del 27 de noviembre. La porción del día tiene lugar el 28 de noviembre en el calendario gregoriano. Kislev es el noveno mes del año eclesiástico judío, que corresponde a partes de noviembre y diciembre. El día 24 de Kislev es significativo en la historia. El 24 de Kislev en 167 a. C. Antíoco Epífanes ofreció sangre de cerdo y profanó el Templo en Jerusalén. También en un 24 de Kislev en 164 a. C. el Templo fue limpiado y rededicado bajo los Macabeos.
Aunque no observamos ciertos días guardados por los judíos, cuando hablamos de “dedicación” lo siguiente podría ser de interés:
“Janucá, es la fiesta judía de las Luces, o Luminarias, o la Fiesta de la Dedicación. La palabra hebrea Janucá (también escrita Hannukah o Januca) significa dedicación. La festividad de Janucá comienza en la víspera del día 25 del mes hebreo de Kislev y dura ocho días. En la primera noche, se enciende una vela en un candelabro especial de ocho ramas llamado menorah o hanukkiyah. A partir de la segunda noche, se agrega una vela cada noche hasta que el total alcanza las ocho en la última noche. Las velas se encienden con una vela separada llamada shamash. Los dos libros de Macabeos, en los libros Apócrifos, cuentan la historia de Janucá”.
“Según el Talmud, escrito muchos siglos después del evento, cuando los judíos limpiaron los ídolos del Templo de Siria, encontraron solo una pequeña vasija de aceite para encender sus sagradas lámparas. Pero milagrosamente, la vasija les proporcionó aceite para ocho días. Otras fuentes hablan de un desfile de antorchas en el Templo, que también puede haber contribuido a la tradición de encender velas en Janucá”.
[Fragmento del Libro Mundial 2,000 (versión electrónica del 2,000 World Book)]
El Sr. J. R. Church en su Profecía en las Noticias, edición de noviembre de 2,000, reveló que transcurrieron aproximadamente 2.500 años desde los eventos en Hageo 2 (24 de Kislev, 520 a. C.) hasta 24 de Kislev, 2000 cuando Gershon Salomon del Monte del Templo Fiel hizo planes para establecer una piedra angular simbólica del Templo durante la Fiesta de las Luces. También mencionó que Juan 10 registra que Jesús anunció que era deidad el 24 de Kislev en la Fiesta de las Luces. Además, el 9 de diciembre de 1917, el general Edmundo Allenby tomó Jerusalén y los turcos se rindieron el día 24 del mes judío Kislev de 1917. Si los eventos anteriores fueron eventos históricos o parte de eventos guiados, no podemos estar completamente seguros. Solo quiero apuntar y simplemente señalar que el arrepentimiento y la dedicación de la vida siempre han sido parte de la historia humana, como comentaré a continuación.
Sin embargo, hay algunos eventos importantes registrados en las Escrituras que tuvieron lugar en ese momento del Kislev, el noveno mes. Esdras 10 registra el arrepentimiento de los hombres reunidos alentados por Esdras. Se habían casado erróneamente con esposas paganas. Entre el vigésimo día del noveno mes (Esdras 10:9) y el primer día del décimo mes (Esdras 10:16) hicieron planes para unirse para considerar cómo lidiar con la situación. Este fue un tiempo de confesión, arrepentimiento y cambio.
En el vigésimo cuarto día del noveno mes, en el segundo año de Darío, la palabra del Señor vino por medio del profeta Hageo (Hageo 2:10). El Señor ordena a Hageo que considere las maldiciones que han estado presentes por algún tiempo y que fueron impuestas porque habían descuidado el trabajo de reconstrucción del templo. Dios declara que desde ese día en adelante los bendeciría (Hageo 2:19) porque ahora estaban comprometidos a hacer su obra. La palabra del Señor llegó a Hageo nuevamente el 24 de Kislev y este mensaje hoy es tan importante para usted y para mí.
¡Dios está preocupado profundamente por ustedes y por mí en la reconstrucción de su templo espiritual! Ese templo espiritual nos involucra a usted y a mí arrepintiéndonos y entregándonos a Él, Su Palabra y Su Espíritu. Es un momento crítico en la historia humana para volver a dedicar y construir la casa de nuestro Padre, no la nuestra.
Mientras cierro esta carta, como hago todos los viernes por la noche . . . al entrar en el sábado del Señor . . . les pido que me acompañen a que reflexionemos juntos sobre estos temas de la dedicación y construcción, ¿Quieren?
Y nuevamente, que Dios continúe bendiciéndoles abundantemente. ¡Nuestras oraciones y pensamientos están siempre con ustedes diariamente! Por favor, les pido que oren por nosotros también.