Hace solo unos pocos días atrás observamos y celebramos el festival del Día de las Trompetas. Aunque muchos de los eventos de ese día profético venidero son alarmantes, realmente nos ofrecen esperanza a todos al considerar nuestra resurrección futura y eventualmente la de toda la humanidad de la misma manera.
Mientras presentaba mi sermón sobre la Fiesta de las Trompetas, no tenía idea de que solo un par de días después, perderíamos a un miembro de la familia, y a un hermano en la fe por mucho tiempo, de este mundo físico. Él Había sufrido a lo largo de los años por mucho tiempo y me puse a reflexionar sobre lo que soportó. No pude evitar reflexionar más profundamente sobre lo que me trae a la mente esta temporada de fiestas otoñales y también el próximo miércoles, ya que es la quinta fiesta de Dios, después de Trompetas: el “Día de Expiación”.
¿Cómo podríamos preguntarnos si esto se relaciona con la muerte del suegro de mi hija? Lo conocía desde que era un adolescente, todo todavía me parece surrealista.
El Día de Expiación representa en parte la eliminación de Satanás de este mundo. Él es el responsable de gran parte de lo que ocurre y de las carnicerías que se producen. El diablo obtendrá lo que le corresponde. Pero reflexioné sobre el hecho de que nuestro adversario, Satanás, es el autor y una razón muy real para el sufrimiento de las personas. Nuestro mundo está lleno de sufrimiento y dolor, y él es una gran parte de lo que vivimos debido a su influencia.
En Apocalipsis 20:2, la palabra de Dios nos explica, “aquella serpiente antigua quien es el diablo y Satanás” el cual gobierna a la humanidad “conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia” (Efesios 2:2) es un personaje importante. Como “el dios de este siglo” (2 Corintios 4:4), Satanás es el instigador de gran parte de la miseria de la humanidad.
Se nos advierte como cristianos, que nuestro “adversario, el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar” (1 Pedro 5:8). Después de haber visto leones en el este de África hace casi 20 años, puedo dar fe de que constantemente están buscando oportunidades para encontrar algo que puedan consumir para llenar sus estómagos.
No hace mucho tiempo, en uno de nuestros estudios bíblicos telefónicos nocturnos del Ministerio del Dios Viviente, estudiamos la “parábola del sembrador y la semilla”. Muchos de los que escuchan las explicaciones de la palabra de Dios son inmediatamente afectados por nuestro adversario. Marcos 4:15 nos dice que “enseguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones.” Bastante triste, pero cierto.
El joven evangelista Timoteo advirtió a los que estaban en contra de la verdad que “se escapen de la trampa del diablo, quien los tiene cautivos a su voluntad.” (2 Timoteo 2:25-26). Del mismo modo, Pablo declaró a los gentiles en Hechos 26:18 “para que abran sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás al poder de Dios”.
Nuestro adversario ejerce una tremenda influencia sobre la humanidad. A menudo medito en lo poderoso que es esa influencia nefasta. Si ustedes son como yo, la han sentido. La han experimentado. Algunos días me siento que estoy en un estado espiritual pobre y me arrodillo ante Dios y le pido que lo aleje, y lo hace. Usted y yo no podemos quedarnos en un lugar de retroceso, desanimado, depresión o simplemente infelices por lo que parece no haber ninguna razón.
La Palabra de Dios nos dice a usted y a mí que “el mundo entero está bajo el maligno” (1 Juan 5:19). Estamos llegando a un momento, antes del regreso de Cristo, donde Satanás y sus secuaces se agitarán y comenzarán un tiempo de problemas que resultará ser más horrible que cualquier tragedia que los humanos hayan pasado. Ese sufrimiento será difícil de imaginar. (Mateo 24:21-22). El resultado será la muerte física.
En 2 Tesalonicenses 2:9-10 se nos dice que durante ese tiempo Satanás engañará a la raza humana a través del advenimiento de un “inicuo sin ley” cuya influencia principal será “por operación de Satanás, con todo poder, señales y prodigios falsos, y con todo engaño de injusticia . . .”
La influencia de Satanás es la verdadera causa de la división y la animosidad entre las naciones, las religiones y las personas de este mundo, incluida la Ekklesía de Dios. Por supuesto, tenemos también nuestra parte, nuestra naturaleza humana y las decisiones que tomamos, pero no asumimos la responsabilidad total.
Satanás es llamado el “tentador” en Mateo 4 y 1 Tesalonicenses 3. Le encanta usar nuestras debilidades para tentar, alejar y atraernos al pecado. Tiene un papel importante en la influencia de nuestras actitudes y comportamientos con los demás y ama los conflictos, las lesiones, la pesadez de escuchar y en última instancia, la muerte física.
Estoy muy agradecido que Dios ponga límites a ese poder que Satanás tiene, con influencia sobre nosotros. (Job 1:12; Job 2:6) Todos los días espero que todos le pidamos a Dios que nos proteja y nos ayude, y que nos vistamos con toda la armadura de Dios. Lo que es muy alentador es que sabemos que Dios no permitirá que Satanás derrote su último plan para toda la humanidad. ¡Estos días de fiesta nos recuerdan eso! Su plan se cumple para toda la humanidad, no solamente para aquellos llamados en esta era. Después del día de la expiación viene la fiesta de los tabernáculos y el octavo día. Estos días santos demuestran el amor que Dios tiene, dando la oportunidad a todos para que vivan de nuevo. En el futuro Reino de Dios espiritual, que se avecina, a nuestro adversario y sus seguidores no se les permitirá influir y causar desastres—como lo hacen ahora.
¡Cristo regresará! Es una promesa. Satanás será llevado a un abismo por mil años. El plan de Cristo y de su Padre triunfará y se completará. Es un futuro glorioso que debemos anticipar. ¡Esperemos que el Señor acelere ese día!
Ahora que cierro esta carta, como hago todos los viernes por la noche . . . al entrar al sábado del Señor . . . les pido que me acompañen a que reflexionemos juntos sobre como nuestro Dios va a eliminar la influencia del diablo. ¿Lo harían?
Y nuevamente, que Dios continúe bendiciéndoles abundantemente. ¡Nuestras oraciones y pensamientos están siempre con ustedes diariamente! Por favor, les pido que ustedes oren por nosotros también.