Ministerios de la Iglesia de Dios

“1 Pedro 2:5 – En Sus manos, somos moldeados”

En Español

Saludos cordiales a ustedes, queridos hermanos, compañeros de la obra y familia espiritual en la costa del Golfo de México, y a todos los hijos de Dios dispersos desde aquí en Charlestón, Carolina del Sur.

¿Está la Casa de Dios Unida o Dividida?

Mi esposa y yo nuevamente tenemos el privilegio de visitar a varios miembros dispersos del cuerpo de Cristo. Lo que es alentador es cómo las diversas partes del cuerpo están conectadas a Cristo, la cabeza de su iglesia a través de la morada de su Espíritu y entre sí. Este mismo Espíritu nos une con Dios el Padre.

Me parece apropiado centrarme en este aspecto positivo cuando miramos lo que acaba de suceder en los Estados Unidos. El presidente Trump fue acusado por la Cámara de Representantes. El proceso siguiente requiere un voto para ir al Senado. Es muy probable que continúe como presidente hasta las próximas elecciones en 2020, y aun puede aumentar su posición para ser elegido para un segundo mandato. Los demócratas que votaron con entusiasmo por el juicio político podrían enfrentarse a un revés en sus propias campañas de reelección. Por lo que he leído, esto es lo que algunos expertos políticos están postulando.

El ejemplo que acabamos de presenciar truena en voz alta acerca de una gran parte del liderazgo en esta nación. Todo este proceso ha demostrado, sin lugar a dudas, que los Estados Unidos constituyen una nación severamente dividida. En nuestros estudios del tema de Historia y Antecedentes de los Evangelios, hemos visto dónde Jesús nos dijo “Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer” (Marcos 3:25).

El difunto presidente Abraham Lincoln usó estas mismas palabras en el Capitolio del Estado de Illinois en Springfield, Illinois, el 16 de junio de 1858 cuando aceptó la nominación del Partido Republicano a lo que se convirtió luego en un intento fallido para ser senador en el Senado de los Estados Unidos. El discurso se convirtió en el punto de partida de su exitosa campaña para ocupar el puesto que ocupaba Stephen A. Douglas; la campaña culminaría con los famosos debates Lincoln- Douglas de 1858.

El discurso de la Casa Dividida se hizo famoso a lo largo de la historia por múltiples razones. Los comentarios de Lincoln en Springfield describieron el peligro de la división debida al problema de la esclavitud, y unieron a los republicanos en todo el norte. Otro discurso pronunciado por Lincoln en la Dedicatoria del Cementerio Nacional de los Soldados en la ciudad de Gettysburg (Pensilvania) el 19 de noviembre de 1863 es también muy famoso. Junto a su segundo discurso inaugural, el discurso de la Casa Dividida se convirtió en uno de los discursos más conocidos de su carrera.

El pasaje más memorable del discurso es este: Una casa dividida contra sí misma, no puede permanecer. Creo que este gobierno no puede perdurar, permanentemente, siendo mitad esclavo y mitad libre. No espero que la Unión se disuelva—ni espero que la casa se caiga—pero sí espero que deje de dividirse. Se convertirá en una cosa o en la otra. O bien los oponentes de la esclavitud detendrán la propagación de la misma y la colocarán donde la mente pública y descansarán en la creencia de que está en curso de su extinción final; o los defensores de la esclavitud empujarán hacia adelante, hasta que sea legal en todos los Estados, tanto antiguos como nuevos, tanto en el Norte como en el Sur.

Los paralelos son muy similares con los resultados. Si los Estados Unidos permanecerían unificados, o como “uno”, en el futuro tiene una respuesta incierta. ¡Todos vivimos en tiempos muy inestables, mis amigos! El futuro de nuestra nación parece correr en paralelo con el resto del mundo. Hay problemas en todas partes y este mundo, o era, parece estar a punto de desmoronarse.

Basado en la Palabra de Dios, y en lo que vemos a nuestro alrededor en la actualidad, este mundo está avanzando rápidamente hacia la Tercera Guerra Mundial. Estamos viviendo en una época en que el segundo cielo, o espacio exterior, será el nuevo campo de batalla para las naciones. No es ningún secreto que los futuros conflictos y guerras se librarán con humanos, armamentos y robots. La sangre muy real de varios miles de soldados y civiles será finalmente derramada.

A primera vista, podríamos pensar que todo es brillante y alegre en este momento, ya que muchos corren aquí y allá con “alegría festiva” aquí en Charlestón y en todo el país. Tanto el tráfico como las tiendas están extremadamente ocupados con ajetreo y bullicio. Suena la música y la mayoría se adormece. Como mencioné el último sábado en mi carta semanal, me alegré de volver a la paz y la tranquilidad de mi hogar.

Esto es lo que me gustaría que consideremos. Como hijos de Dios, Su familia espiritual que dice adorarlo en espíritu y verdad, ¿verdad? ¿Estamos demasiados divididos sobres de qué comunidad somos parte o qué posición política representamos? ¿Reflejamos la mente de Dios o la nuestra? (Filipenses 2:5). ¿La casa de Dios está unificada o dividida? El espíritu de Dios es uno. Una “casa espiritual dividida no puede permanecer”.

Muchos afirman estar unificados, allegándose a otros, o construyendo puentes. ¿Lo hacemos nosotros también? Dios ve nuestros corazones y nuestros frutos. Amós 3:3 nos transmite a todos que el acuerdo es primordial, pero no debemos olvidar que habla de amar a Dios y a los demás y de no estar espiritualmente divididos. Estos son algunos pensamientos alentadores para que ustedes y yo consideremos.

Podemos ser felices, tener paz y unidad en este comienzo del día de reposo de Dios a pesar de que estamos rodeados de un mundo con división, confusión, consternación y engaño en muchas áreas. Es importante recordar que la forma principal en que podemos liberarnos de esto es conociendo y viviendo la verdad.

Jesús dijo: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). La Palabra de Dios nos trae la verdad (Juan 17:17) y eso, junto con la obediencia y un humilde temor de Dios, conduce a un buen entendimiento. “El principio de la sabiduría es el temor del Señor; buen entendimiento tienen todos los que practican Sus mandamientos” (Salmo 111:10). La Sabiduría Divina, la Comprensión, la Verdad y la Unidad solo son posibles al rendirse uno al Espíritu de Dios.

Alegrémonos verdaderamente en la verdad de Dios, tratemos de vivir este llamado y hacer el trabajo que Él nos ha encomendado. No estemos pensando en estar divididos, sino unificados en el espíritu mientras vivimos para servir al Dios Viviente y a los demás. El tiempo puede ser mucho más corto de lo que nos hemos dado cuenta.

Al cerrar esta carta, como lo hago todos los viernes, al entrar en el sábado del Señor. . . los invito a que reflexionemos juntos sobre el contenido de la misiva de esta noche conmigo, ¿Me acompañan?

Esperamos que Dios les continúe bendiciéndoles abundantemente. Nuestras oraciones y pensamientos están con ustedes diariamente. Así que, por favor, oren por nosotros también.

 

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-Scott Hoefker

(Pastor, Ministerios de la Iglesia de Dios)