Amigos, hermanos en la fe, compañeros de trabajo, familia espiritual, hijos de Dios en la dispersión: Desde nuestra sede en la Costa del Golfo, reciban un cálido saludo. Mi esposa y yo confiamos en que estén pasando bien y que la semana haya sido bendecida. Nuestra visita pastoral a varios estados del sureste y medio oriente americano se realizó satisfactoriamente, de manera que ya estamos de regreso a Alabama ocupándonos de diversos asuntos después de tres semanas de ausencia.
Permítanme continuar con el análisis de los tópicos básicos con respecto a la celebración de las Fiestas del Señor -los días Santos de Dios, establecidas en las Escrituras Griegas. Examinemos lo practicado y enseñado por el apóstol Pablo, recopilado en el libro de los Hechos. “Los cuales le rogaban que se quedase con ellos por más tiempo; mas no accedió, sino que se despidió de ellos, diciendo: “Es necesario que en todo caso yo guarde en Jerusalén la fiesta que viene; pero otra vez volveré a vosotros, si Dios quiere”. Y zarpó de Efeso” (Hechos 18:20-21).
Pablo reajustó su cronograma y acortó la visita para celebrar Tabernáculos en Jerusalén. “Porque Pablo se había propuesto pasar de largo a Éfeso, para no detenerse en Asia, pues se apresuraba por estar el día de Pentecostés, si le fuese posible, en Jerusalén” (Hechos 20:16). Cabe preguntar: ¿cuál sería la prisa de estar en Jerusalén el dia de Pentecostés, a menos que tuviera la intención de guardar la fiesta?
El apóstol expresó a los corintios “Porque no quiero veros ahora de paso, pues espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permite. Pero estaré en Éfeso hasta Pentecostés” (1 de Corintios 16:7-8). ¿Por qué mencionó Pentecostés a menos que lo estuviera celebrando?
Una referencia a otra fiesta santa anual la encontramos en Hechos 27:9: “Y habiendo pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, por haber pasado ya el ayuno, Pablo les amonestaba”. Los traductores afirman que se estaba haciendo mención a la fiesta del ayuno anual, o Día de Expiación. Lucas tomó nota de este hecho debido a que la iglesia lo estaba observando, así como los otros Días Santos bíblicos.
Pablo fue conocido como el apóstol de los gentiles (Hechos 9:15; Romanos 11:13). La mayoría de los miembros de las congregaciones que fundó eran de origen no judío. En sus instrucciones a los miembros de la iglesia de Corinto, claramente les enseñó a celebrar la Pascua y Panes sin Levadura. “Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad” (1ª de Corintios 5:7-8). En 1ª de Corintios 11:23-28, Pablo obviamente impartió instrucciones concernientes a la observancia de la Pascua de acuerdo con el Nuevo Pacto. En el verso 25 hace referencia a las palabras de Cristo.
Si en la celebración del Sábado y los días sagrados anuales no se requería tener presente el Nuevo Pacto, entonces ¿por qué Pablo dio instrucciones a los gentiles en lo concerniente a las fiestas de Dios? Yo pienso que la respuesta es obvia.
Examinemos las istrucciones de Pablo a la iglesia de Colosas, una congregación conformada básicamente por personas sin parentesco judío. En Colosenses 2:11, el apóstol se refirió a ellos como miembros espiritualmente circuncisos, y más adelante, en el verso 13, usa la expresión “la incircuncisión de su carne” refiriéndose a su raza no judía. Les advirtió lo siguiente: “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo” (Colosenses 2:16-17 KJV).
En los versos 20-23 se aclara el real significado de las palabras anteriores. Pablo se refiere a los principios, reglas o elementos del mundo. Carece de sentido tratar de aplicar esto a la forma de guardar el sábado y los días santos. Pablo hace referencia a la filosofía de los maestros Gnósticos que estaban obsesionados con los ángeles y espíritus, algunos de los cuales eran rigurosamente ascéticos y críticos de la forma en que los miembros celebraban las fiestas santas y los sábados. Los ascéticos repudiaban a los feligreses por disfrutar de las comidas y bebidas y por el gozo manifestado durante tales días.
Pablo sabía que los miembros de la iglesia de Colosas observaban estos días y no los condenaba por hacerlo, pero reprendía a aquellos que trataban de imponer sus ideas gnósticas y ascéticas. Pablo aseguró que estos días son, hablando en tiempo presente, sombra de tiempos que están por venir, esto es, que no han sucedido en el pasado. Los festivales de otoño, específicamente, prefiguran importantes eventos venideros en el plan de Dios. En el contexto general, Colosenses 2:16 se refiere al creciente ascetismo proveniente del Gnosticismo primitivo, y no a cuáles leyes son vinculantes para los cristianos.
El resumen del libro de los Hechos de las prácticas de Pablo y los discípulos que contactó en Asia Menor y Grecia, es su acercamiento a los hermanos en la fe y su adoctrinamiento en la observancia del sábado semanal. ¿Qué podía contradecir con estas instrucciones a los miembros de la iglesia de Colosas?
Confío en que dediques algún tiempo al studio de estas escrituras, de manera que puedas afilar tus herramientas espirituales y afinar tu labor personal en la Palabra de Dios.
Como mencioné, la Fiesta de las Trompetas se realizará en unas cuantas semanas. ¡El Plan de Dios es maravilloso! ¡Anhelo la llegada de las venideras Fiestas de Dios y sé que tú también!
¡Amigos, brazos arriba! Nuestras oraciones y pensamientos están diariamente con ustedes. Por favor oren por nosotros también.