Hace solo un par de días observamos y celebramos el Día de la Expiación. Los eventos históricos para nuestro ejemplo, y los eventos futuros por venir, ofrecen la bendición de una comprensión más profunda al ver a nuestro Adversario ausente para no influir más en la humanidad y permitir que la verdadera reconciliación sea una realidad.

Hay una razón por la cual observamos cada semana el primer festival mencionado en Levítico 23, (Su Sábado) y también cada año Sus fiestas y Días santos. Necesitamos mantenernos enfocados en Dios y recordar el hecho de que el plan del Eterno no fallará ni se suspenderá. ¡Dios es fiel y podemos agradecerle por eso!

Por eso es que el plan de Dios continúa. Después del Día de la Expiación vienen otros días más de Su plan: la Fiesta de los Tabernáculos y el Octavo Día.

Muchos ya han partido, o pronto lo harán, a los sitios designados para observar estos festivales próximos. Muchos, que no pueden viajar, se conectarán desde sus hogares para celebrar la fiesta. Pero sabemos que muy pronto observaremos estos días. El siguiente período del festival dura ocho días. (Levítico 23:33-39) representando la finalización del plan maestro de Dios y llevar a la humanidad a Su familia Divina.

Estos próximos ocho días incluyen los dos últimos festivales anuales de Dios e instruye la celebración de la finalización de un año completo de cosechas. Estos dos festivales simbolizan las dos últimas cosechas espirituales grandes de seres humanos debido al reinado de Jesucristo. Los primeros siete días de la fiesta de los tabernáculos, también llamada la Fiesta de la Cosecha representan este gran período de cosecha (Éxodo 23:16) y el establecimiento del dominio de Jesucristo por 1,000 años, inmediatamente después de su regreso, o vuelta a la tierra. (Apocalipsis 20:4-6). A este período de 1,000 años se lo denomina como el Milenio.

En Isaías, vemos este período futuro, descrito por el profeta, como un tiempo de paz donde la Ley de Dios saldrá de Jerusalén a todas las naciones (Isaías 2:2-4). Parece ser también que la naturaleza de muchos de los animales cambiará (Isaías 11:6, Isaías 65:25) y esta tierra será mucho más productiva de lo que es actualmente. Incluso a lo largo de mi vida, habiendo crecido en Nebraska, veo que la tierra no es tan productiva como podría ser debido a la mala gestión del hombre y la fuerza de la tierra a producir más sin descansar. (Isaías 35:1).

Esta tierra estará llena del conocimiento de Dios así como las aguas cubren el mar. (Isaías 11:9). ¿No es así que este sería una cantidad increíble de conocimientos? Lo que manifestábamos durante el Día de la Expiación también será una realidad, ya que la horrible influencia de Satanás en este mundo será eliminada y la humanidad va a ser instruida libremente en los caminos y a la manera de Dios.

El ambiente que existirá será uno para ofrecer a todas las personas la oportunidad de arrepentirse de sus pecados y tener una relación con Dios el Padre a través de Jesucristo. Tendrán que elegir y sabemos que la mayoría tomará la decisión correcta. Debería mencionar que en el Nuevo Testamento vemos que nuestro Salvador también asistió a este festival de vital importancia. (Juan 7:2, 10, 14).

El paso final en el plan de salvación de Dios está representado por una fiesta al final de la Fiesta de los Tabernáculos. (Levítico 23:39). El Octavo Día de la Fiesta (o el Último Gran Día) representa el juicio de toda la humanidad como se describe en Apocalipsis 20:11-13. Todas las personas que han vivido y muerto alguna vez, sin entender el plan de Dios, resucitarán a una vida física y se les dará la increíble oportunidad de responder al llamamiento de Dios. Este evento también representa la finalización de la cosecha espiritual de la humanidad.

Es muy reconfortante y alentador, porque vemos que Dios desea que “todos los hombres sean salvos” (1 Timoteo 2:4) y que ninguno perezca, sino que se arrepienta como lo explica 2 Pedro 3:9. La Ekklesía sigue el ejemplo de Cristo de observar estos días. Juan y Pedro alentaron a los hermanos a caminar siguiendo los pasos de Jesús (1 Pedro 2:21) y seguir su mandato de enseñar a otros a observar todas las cosas que les había mandado. (Mateo 28:19-20).

¡Cristo regresará! Es una promesa. Satanás será separado de la humanidad. El plan de Cristo y de su Padre se completará. Ustedes y yo tenemos una parte intrincada e importante en este plan. Es un futuro glorioso que anticipamos. ¡Ojalá Dios acelere el regreso de Jesucristo, no hay tiempo que perder!

Así que amigos y hermanos, Dios nos da en Su sábado, tiempo y horas extras para analizar estas cosas . . . Al cerrar esta carta, como hago todos los viernes por la noche . . . cuando entramos en el sábado santo del Señor . . . les pido que me acompañen al reflexionar juntos sobre el profundo significado de estas fiestas anuales que se avecinan. Nuevamente, le pido a Dios que continúe bendiciéndoles abundantemente.

¡Nuestras oraciones y pensamientos están con ustedes diariamente! Por favor, les pido que oren por nosotros también.