Saludos cálidos y cordiales a todos ustedes, queridos hermanos, compañeros de trabajo y familia espiritual en la costa del Golfo de México y a los hijos de Dios dispersos desde nuestras oficinas aquí en Spanish Fort en Alabama.

Uso la palabra “cálidos” de una manera amigable y cordial, pero en esta época del año aquí en los Estados Unidos, muchos no tienen una temperatura “cálida” de ninguna manera. Todavía es invierno para buena parte de Norte América. Pronto entraremos en el mes más corto del calendario romano. ¡Espero que no sea el mes más largo para muchos de la familia de Dios en un clima invernal frío y duradero!

En mi última carta pastoral de los viernes, leímos las instrucciones de Jesús a sus discípulos sobre “orar para que su huida de Jerusalén no se lleve a cabo durante el invierno”.  Judea normalmente no experimentó ni experimenta temperaturas de 17º C bajo cero, a pesar que los inviernos pueden ser relativamente fríos y a menudo lluviosos. Veamos un poco más de cerca lo que dijo Jesús. Parece indicar que el momento de algunos de los eventos al final de la era no está establecido en concreto. ¡Esto encaja con las instrucciones precisas para que ustedes y yo estemos atentos y vigilando!

Habíamos visto también la posibilidad sobre si la destrucción de un futuro Templo tendría lugar en la misma fecha que la destrucción del Templo de Salomón y el Templo de Herodes. Es posible, con la variable siendo cuando los ejércitos aparecerán y rodearán a Jerusalén. Los eventos registrados que se acumularon en la destrucción en el año 70 tomaron un cierto tiempo.

El relato de Mateo sobre la profecía del monte los olivos también registra las advertencias hechas por Jesús sobre los engañadores, el engaño, las señales y maravillas. (Mateo 24:24).  Es un estudio fascinante. Las acciones del falso profeta vienen fácilmente a la mente. “También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia. . .”  (Apocalipsis 13:13-14). Jesús también claramente advirtió acerca de ser engañado por cualquier afirmación de que Cristo había venido cuando aún no había venido. (Mateo 23:23).

Mi experiencia a lo largo de varias décadas es de que hemos visto a muchos, incluso a los que observan el sábado, alegando tener una fecha exacta en que Cristo vendría. He conocido a varios que afirmaron ser uno de los dos testigos. Lamentablemente, incluso conocí a una persona una vez que dijo: “Soy los dos testigos”.

En Mateo 24:23-26 Jesús dijo, con respecto a “ese día y hora” de su venida, que “nadie lo sabe”.

Entendemos que el Festival de las Trompetas anticipa el sonido de las siete trompetas que culminan con el regreso de Cristo a la tierra y la resurrección de los santos. (Mateo 24:30-31; 1 Tesalonicenses 4:16).  No se nos dice exactamente cuándo sonará la primera trompeta y cuándo sonará la séptima trompeta. Parecería ser que la primera trompeta sonará en el Festival de las Trompetas, pero nadie sabe exactamente cuándo sonará la séptima trompeta. Esto armonizaría con la tipología del día de trompetas y no conocer el día de la venida de Cristo.

Mateo 24 da ejemplos de que la vida continuaría como siempre y anticipa las sorprendentes circunstancias del regreso de Cristo. “Pues como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento hasta el día en que Noé entró en el arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre”. (Mateo 24:38-39).

Como seres humanos, nos ajustamos y nos adaptamos a las circunstancias difíciles y, a menudo, simplemente seguimos viviendo nuestras vidas lo mejor que podemos. Si no tenemos cuidado, podemos volvernos complacientes y pensar “mi Señor tarda en venir”. Jesús declara dos veces más “Porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.” (Mateo 24:42, 44).

En el versículo 44, Jesús dirige sus comentarios a sus discípulos: “Por lo tanto,  también vosotros estad preparados”. Jesús continúa alentando a sus discípulos a tener en cuenta y centrarse en las necesidades de los demás y no ceder ante el cinismo y la auto complacencia. La dualidad de sus discípulos es clara, se aplica a usted y a mí también.

¡Habrá sorpresas! Si los discípulos de Cristo conocen las Escrituras, las buscan a diario y con frecuencia, y están discerniendo los eventos a su alrededor, parecería ser que podrían irse hacia un lugar seguro antes de que sea demasiado tarde. Es importante recordar que es necesario tener una serie de detalles para saber cuándo estamos cerca de ese momento. No deberíamos mirar a un solo evento. Cosa que con los años, muchos lo han hecho.

Cristo dijo que los discípulos que están observando y discerniendo sabrán cuándo se acerca el regreso de Cristo. “Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.” (Mateo 24:33-34). La palabra “cerca” está conectada a una “generación”, no a un día ni a una hora.

Sería imprudente hacer sonar una alarma prematuramente de un día o de una hora exacta y ser acusado de ser algún tipo de falso profeta o como la historia de “El Pollo Chiquito”. Sin embargo, ignorar lo que dice la Escritura sería una tontería. ¡El principio es contemplar y examinar nuestras vidas y estar alerta!

Deberíamos observar las condiciones geopolíticas del mundo. Pero aún más importante, usted y yo debemos estar observando y evaluando cuidadosamente nuestra condición espiritual.

Como mencioné en mi carta de la semana pasada, “. . . Jesús da algunas advertencias e insiste que debemos estar alerta a lo que sucede a nuestro alrededor en un mundo cada vez más problemático y peligroso. Lucas 21:36 nos advierte que observemos cuidadosamente los eventos mundiales, pero aún más importante, que cuidemos nuestra propia condición espiritual con nuestro Creador”.

Nuevamente, le pido a Dios que el Señor continúe bendiciéndoles y que Dios los bendiga y los aliente en este sábado que se avecina. Además les deseo buena salud. Nuestras oraciones y pensamientos están con usted diariamente. Por favor,  les pido que oren por nosotros también.