Amigos, hermanos en la fe, colegas, familia espiritual e hijos de Dios dispersos: Desde nuestras oficinas en la Costa del Golfo, reciban un cálido saludo. Mi esposa y yo oramos por ustedes con la esperanza de que se encuentren bien y la semana haya sido bendecida.
Usted habrá visto que, en la introducción de mi carta de los viernes, escribo “…hermanos en la fe, colegas, familia espiritual…” Algunos se preguntarán: “¿porqué lo hace?”
Soy consciente que todavía no somos totalmente miembros de la familia de Dios. ¡En la actualidad somos considerados Sus hijos! Note la poderosa afirmación del apóstol Juan “Mirad cuánto amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (1 de Juan 3:1-2).
!Esto es asomborso! Se nos ha dicho claramente que cuando Cristo regrese y sea revelado al sonido de la última trompeta, seremos como Él y lo podremos ver.
El Evangelista Mateo acota lo dicho por Jesús. “Entonces la señal del Hijo del Hombre aparecerá en el cielo, y todas las tribus de la tierra se lamentarán y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes con poder y gloria” (Mateo 24:30). El Rey venidero será visto por todas las tribus y naciones de la tierra. Ycontinúa diciendo: “Y enviará a Sus ángeles con gran sonido de trompeta, y se juntarán Sus elegidos desde los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro (Mateo 24:31).Los ángeles existen en una dimension diferente a la de los humanos, son completamente invisibles y actúan en el ámbito espiritual.
En una de las epístolas de Pablo encontramos más información referente a la congregación de los elegidos. “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 de Tesalonicenses 4:16-17). Levantarse y ser tomado en las nubes significa que los elegidos despertarán con cuerpos espirituales, no físicos. No estarán sujetos a la acción de la gravedad ni tendrán las limitacioes físicas que ahora tenemos. Tendrán cuerpos como el de Cristo después de Su resurrección.
El apóstol Pablo disertó acerca la resurrección del cuerpo. “Así también es la resurrección de los muertos. En 1 de Corintios 15, versos 42 y 44) se encuentra escrito: “Se siembra en corrupción, se resucitará en incorrupción… Se siembra en cuerpo animal, se resucita en cuerpo espiritual…”. En la resurrección de los muertos, los resucitados tendrán cuerpos espirituales como Cristo, que es denominado el segundo Adán. El verso 45 establece: “El postrer Adán será un espíritu vivificante…”. “El segundo Hombre es el Señor de los Cielos” (v. 47). Note cómo Pablo establece con toda claridad, que nosotros, los miembros del cuerpo de Cristo, Su iglesia, seremos como Él y tendremos Su imagen. “Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial” (v. 49).
Lo anterior nos devuelve a esas maravillosas palabras que se encuentran en Génesis 1:26. “Entonces el Señor dijo”. “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Si no tenemos cuidado, podemos leer rápidamente acerca de esto y tergiversarlo. Entendemos que hay varias etapas por completar.
Primero: si así lo prefieres decir, hay un modelo de arcilla o prototipo. “Y el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente” (Génesis 2:7). Pero el hombre estaba destinado a alcanzar un nivel más alto en el plan de Dios. El apóstol Pablo escribió en Hebreos 2 acerca de la creación del hombre y su ulterior destino. “¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,.. Le hiciste un poco menor que los ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus manos” (v.7).
Tornemos a Génesis 1:26. “… que ejerza dominio sobre…” Pablo también hace referencia al nivel glorificado de los hijos de Dios. “Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten que, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos (Hebreos 2:10). En Filipenses 3 se menciona el cuerpo glorificado que les será dado. “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo que transformará nuestro humilde cuerpo para que se amolde a su glorioso cuerpo…” (v. 20)
Es inspiradora la forma en que diferentes secciones de las Escrituras se refieren al destino glorificado de los hijos de Dios, parte de la familia espiritual, asignándole el mismo nivel de la existencia de Cristo, considerado como nuestro hermano mayor. Describamos un pasaje de Romanos 8. “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados” (v. 16-17 KJV). Por supuesto, siempre estaremos sometidos a la autoridad del Padre y de Su Hijo Jesucristo.
No podemos ser Dios exactamente de la misma manera que ellos. Son seres increados que siempre han existido. Tú y yo hemos tenido un comienzo. Pero, se nos dará una existencia eterna en el reino de Dios. Nuestro destino es ser parte de la Familia de Dios. Ese es un destino tan asombroso que realmente no puedo imaginarlo del todo. ¡Estemos emocionados por lo que nuestro Padre Celestial nos ofrece, Sus hijos engendrados, destinados a nacer en Su misma familia de seres inmortales como el Capitán de nuestra salvación, Jesucristo!
Como anteriormente lo mencioné, la Fiesta de las Trompetas, el Día de Expiación, la Fiesta de Tabernáculos y el Octavo Día o Último Gran Día, se celebrarán dentro de pocas semanas. Espero la llegada de estos festivales de otoño y sé que usted también. Aprenderemos más acerca del significado de ser parte de la familia espiritual.
¡Amigos, brazos arriba! Nuestras oraciones y pensamientos están diariamente con ustedes. Por favor oren por nosotros también.