Saludos cordiales una vez más amigos, hermanos, compañeros de trabajo, familia espiritual e hijos de Dios dispersos desde aquí en la Costa del Golfo. Mi esposa y yo oramos y esperamos que se encuentren bien y que nuevamente su semana haya sido bendecida.
Estamos a solo un par de semanas de Pentecostés, el domingo 16 de junio. En vista de eso, aquí hay una pregunta que creo que les resultará interesante:
¿Qué tiene que ver el pan con el sábado y con Pentecostés?
Como nota al margen, siempre me ha gustado el pan. El pan de masa madre es mi favorito. Viajar por el mundo y comer varios panes que reflejan la cultura y la cocina local de la zona siempre ha estado en lo más alto de mi lista de “¡probemos este tipo de pan!”
Primero, se ofrecieron dos panes o tortas especiales como ofrendas mecidas en el quincuagésimo día de un recuento especial. Fíjese en esta instrucción en Levítico 23 (RVR1960): “Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días, y ofreceréis ofrenda encendida al Señor. De vuestras casas traeréis dos panes para ofrenda mecida, de dos décimas de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para el Señor” (vv. 16-17). Es interesante que la fiesta del quincuagésimo día no se menciona específicamente aquí, excepto por la numeración de los cincuenta días. Hechos 2:1 continúa el conteo desde los 40 días (Hechos 1:3) durante los cuales Cristo fue visto después de Su resurrección hasta el día quincuagésimo (Hechos 21:1). Pentecostés se traduce de la palabra griega pentekoste que significa quincuagésimo. Esta fiesta también se llama “Fiesta de las Semanas” (Éxodo 34:22; Números 28:26; Deuteronomio 16:9-10, 16; 2 Crónicas 8:13). Esto es lógico, ya que se contaban 7 semanas para llegar al día siguiente del séptimo sábado. Otro modificador se añade varias veces: “Fiesta de la siega, las primicias de tus labores que hayas sembrado en el campo” (Éxodo 23:16), “Fiesta de las semanas, de las primicias de la siega del trigo” (Éxodo 34:22) y “el día de las primicias, cuando ofrezcas al Señor una ofrenda de cereal nuevo en tu fiesta de las semanas” (Números 28:26)
También hemos leído anteriormente en Levítico 23:17 que los dos panes se denominaban “primicias para el Señor“. Estas son ofrendas mecidas y el sacerdote mecía los panes en alto delante del Señor hacia los cuatro puntos cardinales diferentes. Estos panes estaban hechos de harina fina de la cosecha de trigo recientemente cosechada y simbolizaban las primicias de esa cosecha.
Entonces, ¿por qué había dos panes?
He escuchado varias explicaciones a lo largo de los años. Algunos han dicho que un pan representa a los llamados antes de que la iglesia comenzara en Pentecostés y el otro pan representa a los llamados después de eso (o en otras palabras, un pan representa a los llamados durante el Antiguo Testamento y el otro pan representa a los llamados durante el Nuevo Testamento). Otros han dicho que representan a los israelitas por un lado y a los gentiles por el otro. Otra perspectiva presenta que ambos panes representan a Israel de manera similar a las piedras de ónice adheridas a cada hombro del efod. Los nombres de las tribus de Israel estaban grabados en ellas, evidentemente con 6 nombres en una piedra y 6 nombres en la otra de las dos piedras.
Curiosamente, nosotros los humanos tenemos una manera de ver lo que Dios revela en Su palabra según lo que pensamos que podría ser. Es por eso que la Escritura dice que Sus pensamientos no son nuestros pensamientos. (Isaías 55:8-9). “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo el Señor”. 9 Porque como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
La gavilla mecida de la primera cosecha de cebada era una ofrenda mecida. Era el primero de los primeros frutos de la cosecha anual. Veo que el apóstol Pablo se refiere a esta ofrenda de la gavilla mecida en 1 Corintios 15:20: “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho“. Pablo luego se refiere a otros que serán devueltos a la vida. “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida” (vv. 22-23). Aquellos que son resucitados o transformados en la venida de Cristo también son llamados primicias. Santiago se refiere a aquellos llamados a ser parte de la iglesia. “De su voluntad nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas“. (Santiago 1:18) En el versículo 1 se dirige a los de las doce tribus.
El apóstol Pablo también se refiere a los gentiles convertidos como “judíos” cuando afirma: “Pero es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en el Espíritu…” (Romanos 2:29) Pablo declaró que aquellos guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios (Romanos 8:14) y son “herederos de Dios y coherederos con Cristo” (v.17). Continuó diciendo “nosotros también, que tenemos las primicias del Espíritu” (v.23).
Dios envió a Su Espíritu Santo de una manera muy especial en el Día de Pentecostés para llevar a la madurez a aquellos que fueron llamados y reunidos ese día. ¡Cuán bendecidos somos también nosotros de ser llamados como parte de ese pequeño grupo que continúa a través de los siglos, que tiene el Espíritu Santo y se está preparando para entrar en la familia de Dios!
Debemos confiar en que Dios estará con nosotros y obrará el bien al final. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos” (Romanos 8:28-29). Dios había planeado hace mucho tiempo que llamaría a unos pocos elegidos para que estuvieran listos para ese evento al final de los tiempos, cuando los hijos de Dios serán revelados en gloria. “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (1 Juan 3:2).
De todos modos, les dejo algunas ideas para compartir con ustedes mientras llega el dia de Pentecostés ideas que todavía están frescas en nuestras mentes. Llegaremos al resto de la respuesta a mi pregunta inicial la próxima semana…
¡Amigos, brazos arriba! Nuestras oraciones y pensamientos están con ustedes todos los dias. Por favor, oren por nosotros.