Amigos, hermanos en la fe, colegas, familia espiritual e hijos de Dios dispersos: Desde nuestras oficinas en la Costa del Golfo, reciban un caluroso saludo. Mi esposa y yo oramos por ustedes y confiamos en que hayan tenido una semana bendecida.
Gracias a aquellos que han manifestado complacencia por el contenido de las últimas cartas y estudios relacionados con la celebración de los Festivales Bíblicos por parte de la iglesia primitiva. Nos hemos concentrado en la revisión de las Escrituras Griegas que validan la celebración de los Festivales Bíblicos por parte de la iglesia naciente, bajo el significado y ceremonial del Nuevo Pacto.
La pregunta que abordamos a continuación corresponde al título del presente estudio: ¿Respaldan las Escrituras Hebreas las Fiestas del Señor más allá del Viejo Pacto?
El miércoles por la noche, celebramos una “Reunión de oradores” para la Fiesta de Tabernáculos que CGM (Ministerios de la Iglesia de Dios) llevará a cabo en Orange Beach, ALabama. Parte de lo expuesto durante la reunión aparece condensado en el próximo párrafo.
Examinemos Levítico 23:2, donde se enumeran todas las fiestas. Expresa el versículo: “Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas señaladas del SEÑOR, que vosotros habréis de proclamar como santas convocaciones, son estas”. Las expresiones “las fiestas del Señor”, “Mis fiestas”, indican que no se hacía referencia a las fiestas de Moisés o de otro hombre u organización cualquiera. Las fiestas son definidas y presentadas al pueblo de Dios.
Como a menudo confirmo en mis mensajes, “el sábado semanal es mencionado en primera instancia”. De acuerdo con mi concepto, las fiestas anuales se mantienen vigentes, incluyendo el sábado semanal. Dichas fiestas son todas enumeradas secuencialmente en Levítico 23. El sábado semanal es de capital importancia para determinar el conteo de Pentecostés. En una discusión acerca de la celebración del sábado semanal, Jesús afrmó: “El sábado fue establecido por causa del hombre” (Marco 2:27). El sábado fue dado a Adán, a Eva y a toda la humanidad y no exclusivamente a los hijos de Israel. El siguiente análisis sustenta la misma afirmación referente a los festivales Bíblicos.
Meditemos un momento en una profecía significante realcionada con las fiestas de Tabernáculos: “Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos” (Zacarías 14:16).
Todas las naciones aprenderán a celebrar las fiestas en los mil años del reinado venidero de Cristo. Lo anterior significa que la observancia de las Fiestas del Señor es importante para todas las personas en todos los períodos de la historia.
Isaias describe el tiempo cuando la ley de Dios sea promulgada a los pueblos y naciones. “Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová (Isaías 2:3). Tiene sentido afirmar que las instrucciones acerca de la ley y la palabra de Dios incluyen la observancia de las fiestas del Señor. El asombroso Templo Milenial descrito en el libro de Ezequiel será el lugar donde las ceremonias serán restauradas. El sacerdote y príncipe liderará la celebración de las fiestas enumeradas en Levítico 23. Este será un ejemplo de la forma de enseñar a las tribus de Israel que llegarán a Jerusalén a aprender acerca de los caminos del Señor.
A los apóstoles les fue dicho que ellos juzgarán a las tribus de Israel durante el tiempo del reinado (Mateo 19:28; Lucas 22:30). Jesús dijo que “los santos juzgarán al mundo” (1 de Corintios 6:2). Un juzgamiento recto debe estar fudamentado en la ley de Dios con sus estatutos, y no simplemente bajo la perspectiva del hombre. Los apóstoles fueron instruidos por el Maestro Jesucristo. Justo antes de ascender al tercer cielo, Jesús les recordó sus lecciones acerca de la ley de Moisés, los Profetas y los Salmos (Lucas 24:44). Directamente les anunció que, en “Su nombre, serian predicados el arrepentimiento y la remisión de los pecados” (v.47).
¿Podrían no incluir estas instrucciones la proclamación de la importancia de guardar los Diez Mandamientos, los sábados semanales y las Fiestas del Señor? Veamos cómo la respuesta es afirmativa: En 1ª de Juan 3:4, el pecado se define como la transgresión de la ley y esta última incluye el mandato concerniente a la celebración de las Fiestas del Señor.
De nosotros, como miembros del cuerpo de Cristo, se espera que vivamos bajo la obediencia de la ley de Dios. El apóstol Pablo afirmó: “… no son los oidores de la ley justos a ante la vista de Dios, pero los practicantes de la ley serán justificados” (Romanos 2:13)
¡Cuán bendecido es el pueblo de Dios por tener conocimiento de Sus Santos Festivales y cómo se describe en el Plan del Eterno la salvación de toda la humanidad!
Las Fiestas de las Trompetas, Expiación y Tabernáculos se realizarán en pocas semanas. ¡Espero estos venideros Días y oro para que tú lo hagas igualmente! ¡Quieres reflexionar, orar y meditar conmigo en estos acontecimientos?
¡Amigos, brazos arriba! Nuestras oraciones y pensamientos están diariamente con ustedes. Por favor oren por nosotros también.