Amigos, hermanos en la fe, colegas, familia spiritual e hijos de Dios dispersos: desde la Costa del Golfo reciban un caluroso saludo. Mi esposa y este servidor oramos con la esperanza de que se encuentren bien y hayan tenido una semana bendecida.
Este año, al atardecer del viernes de la Fiesta de Tabernáculos en Orange Beach, Alabama, durante el estududio bíblico vespertino disertamos acerca del “Propósito de Dios para el Sábado”. La discusión durante el estudio, y através de la Fiesta, fue enriquecedora.
Al examiner las Escrituras, con frecuencia encontramos instrucciones precisas para que el pueblo de Dios observe el séptimo día, Sábado, y cese de realizar, durante estas 24 horas, las labores cotidianas (Éxodo 16:22-28; Éxodo 20:8-11; Éxodo 31:13-17; Isaías 58:13-15; entre otras citas).
Miremos lo acontecido en Éxodo 16 donde Dios reveló el Sábado semanal a través de la repartición del maná.
Y Él les dijo: Esto es lo que ha dicho el Eterno: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado al Señor; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana (Éxodo 16:23). Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará (v. 23). Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día (v.29).
¿Está Dios diciendo que el Sábado debemos permanecer en casa, desperezarnos y no salir del lugar donde moramos? ¿Se pretende que el Sábado es únicamente para descansar del trabajo y dormir un tiempo extra?
Miremos la redacción del cuarto mandamiento.
“Recuerda el día Sábado, y guárdalo como santo. Vs.9 Seis días trabajarás y realizarás toda tu labor, pero el séptimo día es el sábado del SEÑOR tu Dios. En él no trabajarás . . . (Éxodo 20:8-10)
Observe las siguientes instrucciones que describen la observancia del sábado como una celebración del pacto. Ciertamente, el cese del trabajo se enfatiza y se exige mandato.
“Habla a los hijos de Israel, diciéndoles: De cierto debes guardar mis Sábados como una señal entre Mi y vosotros, por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy el Señor que os santifica. “Debes guardar el Sábado, que es santo para ti. Todo aquel que lo profane morirá; todo aquel que realice trabajo en él, será cortado de entre su su pueblo. “Deberás trabajar seis días, pero el séptimo es el Sábado para descansar, santo es al SEÑOR. Cualquiera que realice trabajo en Sábado, ciertamente morirá (Éxodo 31:13-15).
Instrucciones posteriors nos revelan que los sábados semanales y los días santos anuales son igualmente descritos como momentos de asamblea del pueblo de Dios, cuando deben dejar sus moradas y reunirse ante el Eterno.
“Habla a los hijos de Israel y diles: “Las fiestas del SEÑOR, que debes proclamar como santas convocaciones, esas son Mis festas. “En seis días se deberá realizar el trabajo, pero el séptimo día es Sábado de descanso solemne, una santa convocación. . . (Levítico 23:2-3)
La palabra hebrea traducida como “convocación” es “miqra”, la cual es definida por el Lexicón Bíblico Hebreo en Línea, en la siguiente forma: “convocación, convocar, un llamado a reunirse, asamblea sagrada”. Estas convocaciones en sábados son espacios de tiempo para que el pueblo de Dios llegue ante Él a adorarlo con palabra, canciones y oración, se escuche y lea las Escrituras. Como a menudo lo menciono: la primera Fiesta, u hora prefijada en la lista, es el día Sábado.
Preste atención a lo escrito en el siguiente Salmo para el Sábado:
<Un Salmo. Una Canción para el Sábado>. Es bueno dar gracias al SEÑOR, y cantar alabanzas a tu nombre, oh Altísimo; Para declarar tu misericordia por la mañana, y tu fidelidad cada noche, con un instrumento de diez cuerdas, con el laúd y con el arpa, con sonido armonioso (Salmo 92: 1-3).
Otros salmos que hacen referencia a presentarse ante Dios con expresiones de acción de gracias, alegría y canciones son el 95:2 y el 100: 2. Las horas lógicas para presentarse ante Dios son las convocaciones semanales de los Sábados.
Existen varias profecías que ligan la observancia del Sábado con la adoración a Dios. Las debemos entender como la difusión de la intención presente y futura de celebrar el Sábado. Note la mención específica de “adorar en Sábado delante de mí”.
“Y sucederá que, de una luna nueva a otra, y de un sábado a otro, toda carne vendrá a adorar delante de mí”, dice el SEÑOR (Isaías 66:23).
Asimismo, el pueblo de la tierra adorará a la entrada de esta puerta delante del SEÑOR los sábados y las lunas nuevas (Ezequiel 46: 3). (Examinaremos el tema de la asamblea de Luna Nueva en otra oportunidad).
Una buena pregunta es: ¿cuál es el registro del Nuevo Testamento con respecto a la reunión para adorar a Dios en el día de reposo?
Hay numerosas referencias concernientes a lo que Jesús y la comunidad judía practicaron con respecto a la observancia del sábado. Se sabe que Jesús, el sábado, se congregaba en la sinagoga con otras personas y participaba en la lectura y exposición de las Escrituras. La siguiente cita de Lucas 4, es una muy conocida y significativa.
Entonces Jesús volvió con el poder del Espíritu a Galilea, y la noticia acerca de Él se difundió por toda la región circundante. Y enseñaba en sus sinagogas, siendo glorificado por todos. Llegó, pues, a Nazaret, donde se había criado. Y como era su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo y se puso de pie para leer. (Lucas 4: 14-16)
Obviamente, Jesús se estaba reuniendo en la sinagoga, con otras personas, para celebrar un servicio del Sábado. Hay muchas otras declaraciones similares (Marcos 1:14, 16, 20-22; Marcos 6: 1-2; Lucas 4:31; Lucas 6: 5-6; Lucas 13:10)
Tomemos un momento para examinar la práctica del apóstol Pablo, (y otros en su compañía).
Entonces Pablo, como era su costumbre, se acercó a ellos y durante tres sábados discutió con ellos basándose en las Escrituras (Hechos 17: 2).
La misma práctica se registra en Hechos 13: 14-15, 42 y Hechos 18: 4. Está claro que la observancia del sábado incluía reunirse para escuchar la lectura y la exposición de las Escrituras.
Para la mayoría de nosotros, esta discusión no es nueva. Pero, en un mundo que ignora rápidamente a Dios y sus instrucciones, hay mucho que leer y digerir en la Santa Palabra de Dios acerca de su sábado … estudiaremos más en las próximas semanas.
¡Amigos, brazos arriba! Nuestras oraciones y pensamientos están diariamente con ustedes. Por favor, oren por nosotros.