Amigos, hermanos en la fe, compañeros de trabajo, familia espiritual, hijos de Dios en la dispersión: desde mi oficina “móvil” en Milton, Wisconsin tengan un cálido saludo. Mi esposa y este servidor, esperamos que se encuentren bien y que nuevamente hayan tenido una semana bendecida. Actualmente estamos realizando una visita pastoral, hecho que aprovechamos para visitar la familia. Han pasado unos cuantos años desde nuestra última visita a Milton, donde mi esposa y yo vivimos y servimos durante 14 años. Mañana también iremos a Mankato, Minnesota donde celebraremos y transmitiremos los servicios a los interesados.
Es sorprendente la rapidez con que ha transcurrido este año. En poco más de 12 semanas estaremos en Orange Beach para dar la bienvenida a los asistentes a las Fiestas de Tabernáculo del presente año.
Usted y mi persona ansiamos el día cuando este mundo se convierta en un lugar diferente.
Somos testigos de un mundo que se ha tornado inestable y en transición. Algunos analistas internacionales han calificado como “un choque de culturas”, el surgimiento e impacto del Islam radical y su consecuente conflicto con las naciones y culturas no musulmanas. Quienes promueven el Islam radical están decididos a establecer un Califato para implementar sus políticas y controlar el mundo. La amenaza continua de un virus internacional está en la mente de muchos. Las economías de las principales naciones del mundo están en serios problemas por el gasto excesivo y el intento de apoyar los crecientes derechos humanos y programas sociales. Algunos afirman que las sociedades y organizaciones secretas controlan los acontecimientos, la destitución o la instauración de líderes nacionales. Crear confusión y desorden, brinda la oportunidad de tomar el control e implementar lo que se ha dernominado un “Nuevo Orden Mundial”.
Ocasionalmente he leído acerca de los Illuminati, el Consejo de Relaciones Exteriores, Bilderberg y otras “sociedades o agrupaciones secretas”. De hecho, a estas sociedades pertenecen líderes importantes e individuos ricos e influyentes. Pienso que hay personas en algunos de estos grupos que ejercen una influencia considerable. Por lo general, el dinero habla, pero el “dinero grande” siempre ha tenido una gran voz. Pero no voy a ir tan lejos afirmando que el gobierno de los Estados Unidos está dirigido por los Illuminati.
Varias personas han escrito sobre un “Nuevo Orden Mundial” que se avecina. Es razonable pensar que existan fuerzas luchando con la esperanza de obtener el control de los gobiernos del mundo o de establecer un dictador o un sistema dictatorial. A lo largo de los años, hemos sido testigos del espectáculo montado en los debates entre los que competían por ser seleccionados como candidatos a la presidencia de los Estados Unidos.
¿Ha habido nominados escogidos por alguno de estos grupos actuando detras del telón? ¿Quién lo sabe?
Novelas como “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley publicada en 1932 y “Mil novecientos ochenta y cuatro”, de George Orwell, publicada en 1949, describen una sociedad promovida por los gobernantes como una utopía que en realidad se convierte en una pesadilla dictatorial.
¿Aparecerá un nuevo orden mundial? En cierto sentido, sí. ¡La respuesta es que el mundo va a experimentar dos!
Primero, habrá un Nuevo Orden Mundial que será malvado, malo y feo, opuesto a la utopía. Satanás será el cerebro de la formación de un gobierno internacional y un sistema religioso al que la Biblia se refiere en Apocalipsis 13 como “la bestia” y como “Babilonia la grande” (Apocalipsis 17: 5-7, 13). Dominarán “todas las naciones” y “los reyes de la tierra” y “los mercaderes de la tierra” (Apocalipsis 18: 1-4). Este gobierno perseguirá y hará la guerra a los santos y matará a muchos de ellos (Apocalipsis 13: 7; 6: 9-11). El poder religioso que influye en este sistema utilizará el engaño y el control dictatorial para exigir lealtad a la bestia (Apocalipsis 13: 13-17). Este no será un “Nuevo Orden”, pero será la resurrección, en el tiempo del fin, de un sistema pretérito que tiene sus orígenes en las antiguas Babel y Babilonia como también en Roma (Apocalipsis 17: 5; 18).
Las profecías de Daniel 2 y 7 y Apocalipsis 13 y 17, describen un superpoder en el tiempo del fin que se levantará de las ruinas del antiguo Imperio Romano. Se nos advierte que “el dragón le dio su poder, su trono y gran autoridad” (Apocalipsis 13: 2). El dragón, o Satanás, es el conspirador que ejerce influencia detrás de los gobiernos dictatoriales que se oponen a Dios y Su sistema.
A Satanás y sus cohortes se les ha permitido influir en los seres humanos y sus gobiernos durante esta era actual. Se le llama “el dios de este siglo” (2 Corintios 4: 4), “el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de la desobediencia” (Efesios 2: 2.). Recuerde, que el diablo afirmó que tenía control sobre los reinos del mundo y le ofreció poder sobre ellos a Jesús durante los 40 días de tentación en el desierto (Mateo 4: 8-9). Jesús no contradijo esta afirmación.
El profeta Daniel fue advertido acerca de las poderosas entidades espirituales que actúan detrás del telón para influir en algunas naciones del mundo, como Persia y Grecia (Daniel 10:13; Daniel 10:20.). El apóstol Pablo se refirió a la lucha con estas entidades demoníacas cuando expresó: “Porque no luchamos contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en los lugares celestiales” (Efesios 6:12).
Las predicciones del profeta Daniel describen el tiempo del establecimiento del gobierno de Dios para reemplazar a los gobiernos y reinos de esta tierra. Daniel interpretó el sueño que tuvo Nabucodonosor de una gran imagen humana con cabeza de oro, con los diez dedos de los pies de hierro y barro. Los diez dedos simbolizaban diez reinos o naciones que se unirían bajo el dictador del tiempo del fin llamado la bestia. Daniel nos dice: “Y en los días de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será destruido. Y el reino no será dejado a otros pueblos, sino que aplastará y destruirá todos estos reinos, y permanecerá para siempre “. (Daniel 2:44).
Estos versículos revelan que en el tiempo descrito como los “últimos días”, el Dios del cielo hará pedazos a los reinos y gobiernos existentes en la tierra representados por las diversas partes de la gran imagen y los diez dedos que se ven en la visión.
El Eterno establecerá Su reino para gobernar sobre las naciones y personas en la tierra que continúan más allá de este tiempo de Su intervención divina. Luego también refrenará a Satanás, el Diablo, que ha engañado a las naciones y a sus líderes. (Apocalipsis 20: 1-3).
Jesucristo, el “Rey de reyes”, destruirá ese orden (o más bien desorden) y lo reemplazará con una utopía mundial: el glorioso Reino de Dios (Hechos 1: 3; Hechos 28:23; Apocalipsis 11:15).
Él ama su creación humana y tiene presente nuestros mejores intereses en Su corazón. Su gobierno nunca será corrompido por la violencia o el abuso de poder y finalmente instaurará un mundo pacífico donde la enfermedad será reemplazada por salud, el hambre por la abundancia de alimentos y todos podrán alcanzar su máximo potencial.
¡Entonces, de hecho, se acerca un Nuevo Mundo! Celebraremos y nos centraremos en este momento durante la próxima Fiesta de los Tabernáculos en unas pocas semanas. Igalmente espero con ansias las próximas fiestas de Dios de otoño. ¡Sé que tú también!
¡Brazos arriba amigos! Nuestras oraciones y pensamientos están diariamente con ustedes. Por favor oren por nosotros también.