Saludos cordiales una vez más amigos, hermanos, compañeros de trabajo, familia spiritual, e hijos de Dios dispersos desde aquí en la Costa del Golfo en el sur de Alabama. Mi esposa y yo oramos y esperamos que estén bien y que su semana haya sido bendecida.

Hace unas pocas semanas, tuve la bendición de visitar a mi hija, yerno y nietos, quienes viven a más de mil millas de nosotros, por un par de semanas. A mi nieta de 4 años y medio simplemente le encanta usar vestidos, ¡cuanto más adornados, mejor!

Cada vez que ella mostraba orgullosamente su atuendo, a veces girando, el abuelo decía “¡te ves tan bonita y femenina y eso es lo que hacen las niñitas y las mujeres!” Su sonrisa brillaba de oreja a oreja, y me llenaba de calidez ver lo que Dios había destinado desde el principio para ser reconocido y compartido con su familia.

¿Qué hay de ustedes , amigos? ¿Promovemos el hecho de que las niñas son niñas, los niños son niños y que crecerán para ser hombres y mujeres? ¿Lo fomentamos?

Y así surge la pregunta: ¿Qué es una mujer?

Ahora, nosotros podríamos pensar que esta es una pregunta fácil de responder. Sin embargo, en los últimos años, se ha vuelto tan difícil de responder para muchas personas como un problema de trigonometría, el tipo con el que algunos de nosotros solíamos luchar en la escuela secundaria o en la universidad. Afortunadamente, la mayoría de los cristianos saben claramente qué es una mujer. Y no es por nuestra inteligencia o incluso necesariamente por nuestra “opinión”. Es porque Dios ha definido la feminidad en su Palabra Divina, la Biblia.

¿Podríamos revisar Su Palabra? “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Génesis 1:27) Dios creó y luego definió la feminidad en Génesis 2, (el texto fundamental para entender los sexos). A partir de Génesis 2, podemos leer y entender las preciosas verdades sobre la feminidad.

Una de las cosas que más me preocupa sobre todo este asunto del transgenderismo es que muchos “cristianos” tienen miedo de hablar, y simplemente se callan y se apartan para evitar la vergüenza o el ridículo de cualquier tipo.

¡Tú y yo tenemos grandes desafíos ante nosotros hoy! No puedo expresar esto con suficiente claridad. Como padres y abuelos, debemos guiar a nuestros hijos con cuidado a través de la confusión de género que se desarrolla a nuestro alrededor. Debemos ayudar a nuestros hijos a conocer y celebrar la grandeza del diseño de Dios. Para hacer esto, comunicamos y apoyamos verdades simples como Dios claramente nos muestra. Y como padres, debemos comunicar esto bien.

Aquí hay algunas cosas a considerar. Quizás esto ayudará a nuestros padres y abuelos. Recuerda a menudo que:

• Dios te creó como niña o niño. Tenía una razón para hacerlo.
• Es único y una bendición ser niña o niño. Y no puedes ser ambos por diseño.
• A tu papá y mamá les encanta que seas una niña o un niño. No es cuestión de control, es un hecho diseñado por nuestro amoroso Dios.
• No podemos hacer lo que queramos con nuestros cuerpos, aunque nuestra naturaleza pecaminosa nos diga que sí podemos. Dios no piensa ni actúa de esa manera. Esa no es Su naturaleza.
• Debemos usar siempre nuestros cuerpos de una manera que glorifique a Dios según las Escrituras y refleje lo que Él creó en cada uno de nosotros.

No te preocupes por el lenguaje técnico que está resonando en esta nación. Nuestra identidad no se basa en cómo “podamos sentirnos” – se basa en 1) el Diseño Creativo de Dios y 2) el cuerpo físico que Dios nos dio al nacer. Nuevamente, Dios hizo eso.

Ahora sé que no hay una fórmula perfecta para criar y educar a nuestros hijos para solidificar las verdades mencionadas anteriormente. Y, debo agregar, sé que no es fácil. No existe un método específico infalible que garantice que nuestros hijos crezcan para ser hombres o mujeres piadosos.

Entonces, lo que es tan impresionante es que, en lugar de una “ecuación” si se quiere, Dios ha creado la familia. Él deseó eso desde el principio de los tiempos. ¡Dios quiere una familia! Es el propósito completo para la humanidad. Y, la familia es donde los niños aprenden la bondad del diseño de Dios, ya que su padre y madre no solo lo enseñan, sino que también lo viven en su vida diaria con genuino gozo y convicción decidida.

Si tu hijo está lidiando con un diagnóstico clínico relativamente reciente de disforia de género, también debemos entender la profundidad de esta lucha mental y emocional. Y, es real para algunos. Sin embargo, incluso en estas situaciones francamente limitadas, (no importa lo que los medios puedan transmitir sobre su extensión) la realidad espiritual del diseño creativo de Dios sigue presente. Aquí es donde entra la visión de un Consejero Cristiano atento, y/o la orientación pastoral, y el amor inagotable de los padres.

Amigos, queremos que nuestros hijos entiendan el plan de Dios para los sexos, ¿verdad? Queremos que conozcan la verdad perfecta de Dios. Pero para que esto suceda, necesitamos que Dios trabaje en sus vidas. Y sí, tenemos nuestra parte.

Nuestro adversario está trabajando arduamente para destruir la familia y todo lo que Dios creó y diseñó en torno a ella.

Todo esto nos lleva a arrodillarnos en oración sincera. Oramos para que, mientras Dios trabaje en su corazón y mente para ayudarlos, cada niño entienda y se regocije en ser niño o niña. A partir de ahí, oramos para que vivan como hombres o mujeres en la adultez para la gloria de nuestro amoroso Padre y Su Hijo. La Palabra de Dios está llena de ejemplos donde Él dice exactamente eso. (Los Proverbios es un gran lugar para revisar). Y por favor, nunca des por sentada la oración, ¡es el regalo más poderoso que tenemos!

En términos culturales modernos, sí, todo esto puede parecer sinceramente imposible, pero no olvidemos lo que nos dice la Escritura – “Pero Jesús, mirándolos, les dijo: Para los hombres es imposible; mas para Dios todo es posible” (Mateo 19:26).

Entonces, nuevamente, la pregunta – “¿Qué es una mujer?” Parece que muchos o no saben cómo responder a esta pregunta hoy en día, o no quieren responderla. Vivimos en una época muy triste en la historia. Suspiro a menudo y reflexiono profundamente sobre adónde ha llegado esta nación solo en mi corta vida.

Sin embargo, nunca debería ser nuestra respuesta principal a esta confusión de género moderna “No sabemos cómo o no queremos responder por miedo al ridículo”. Nuestra respuesta principal debería ser hablar la verdad, defender la verdad, y luego observar cómo Dios, amorosamente, trabaja para guiar a las personas fuera de la confusión mental y hacia la verdadera esperanza, el amor genuino y la paz de nuestro Padre y Su Hijo. Algún día, las cosas SERÁN normales nuevamente. ¡Que Dios apresure ese día!

¡Amigos, brazos arriba! Nuestras oraciones y pensamientos están con ustedes todos los dias. Por favor, oren por nosotros.