Mi esposa y yo hemos regresado de una visita pastoral inspiradora con varios miembros dispersos del cuerpo de Cristo. Lo que es alentador es ver cómo las diferentes partes del cuerpo están conectadas a Jesucristo, la cabeza de la iglesia a través de la morada de su espíritu y entre sí. Este mismo espíritu nos une con Dios el Padre.

Mientras conducía de regreso a Alabama, tuve horas para pensar y reflexionar . . . y sentí que sería beneficioso discutir lo que se avecina en menos de una semana. Acabamos de publicar un artículo en nuestro sitio en internet que es oportuno e incisivo. Dado que mi esposa, Gayle lo escribió, aquí está abajo, completo tal como ha sido redactado.

“Recientemente tuve la oportunidad de viajar a Times Square en la ciudad de Nueva York, donde pude ver la famosa bola luminosa de fin de año de Times Square. Estaba allí, iluminada y lista para la celebración ampliamente conocida en la víspera de Año Nuevo. Se espera que más de un millón de personas viajen a Times Square este año para recibir el Año Nuevo. Otros mil millones verán el lanzamiento de la bola en la televisión mientras dan la bienvenida al Año Nuevo en su propia casa y ciudades.”

(Mark Johanson, “Nochevieja por los Números”, The International Business Times en IBTimes.com, 31 de diciembre de 2012).

¿Deberíamos participar en estas celebraciones para “traer el Año Nuevo?”

¿Es el año nuevo el comienzo del año? En el calendario, comenzamos el año con un nuevo mes, enero, y agregamos uno al año pasado: 2019 se convierte en 2020. Eso es con nuestro uso común del calendario gregoriano. Este calendario no ha estado siempre en uso. Si bien el calendario gregoriano se introdujo en 1582, el calendario juliano anterior se usó en gran parte del mundo.

El día de Año Nuevo se trasladó a varios días diferentes según el lugar, como el 1 de marzo, el 25 de marzo, Pascua, el 1 de septiembre y el 25 de diciembre. Ya en 1751, el Año Nuevo en los Estados Unidos se celebró el 25 de marzo.

(“Calendario [Nuevo estilo] Ley 1750”, en www.Legislation.gov.uk).

Con todo este cambio de fechas, ¿sabemos realmente cuándo verdaderamente comienza el Año Nuevo?

El Año Nuevo de Dios comienza en la primavera. Desde la antigüedad, el calendario de Dios ha estado en uso y el comienzo del año ha estado continuamente al mismo tiempo. En Génesis 1:14-18, Dios dijo que las luces en los cielos deberían usarse para marcar los tiempos y las estaciones. En Éxodo 12:2, Dios le habla a Moisés y le dice cuándo será el comienzo del año. El calendario Hebreo usa un calendario lunar / solar con meses que comienzan en la luna nueva. El primer mes es típicamente en marzo / abril. Esto se usa principalmente para determinar cuándo observar los días santos de Dios.

Sin embargo, incluso los judíos no celebran el Año Nuevo en la primavera. Usan Rosh Hashaná en el 1 de Tishri como el comienzo de un año nuevo. En este día, se observa el recuento y cambio de años. Es un año nuevo para personas, animales y contratos legales. Se lo denomina el año nuevo civil.

Bien, entonces sabemos que el 1 de enero no es realmente el comienzo del año, pero ¿Qué hay de malo en reunirse con algunos amigos y tener una pequeña fiesta?  Bueno, en realidad, nada, siempre y cuando solo se reúnan para disfrutar de la compañía de uno al otro. Pero, ¿qué sucede a menudo durante las celebraciones de año nuevo?

En primer lugar, la celebración es para un nuevo día o año nuevo que comienza a partir de la medianoche. Dios nos dice en Génesis 1:5 que un nuevo día comienza con el comienzo de la oscuridad, o al atardecer, a la caída del sol. Entonces, sí se estaría celebrando el comienzo de un nuevo día que tendrá lugar mucho antes de la medianoche.

Además, son comunes el ruido y los fuegos artificiales en la víspera del Año Nuevo. Se cree que esto se originó en la antigüedad cuando el ruido y el fuego se usaban para alejar a los espíritus malignos y traer buena suerte. En cambio, nosotros deberíamos estar mirando a Dios con fe para la protección y bendiciones diarias.

Muchas fiestas de año nuevo incluyen el consumo excesivo de alcohol. Claramente, este no es un ejemplo piadoso, ya que no sería alentar la moderación. El beber en exceso conduce a muchos problemas. Tales problemas podrían ser la reducción de las barreras sociales, que pueden conducir a la promiscuidad sexual; y accidentes por falta de control, como caerse o conducir en estado de ebriedad.

Muchos celebran haciendo resoluciones de Año Nuevo. Esta práctica se remonta a la antigua Babilonia cuando las personas hicieron buenas promesas de comportamiento a los dioses. De los que toman resoluciones, menos de la mitad los cumplen seis meses después. ¿No sería mejor vivir con buenos principios de Dios todos los días de nuestra vida?

Está claro que el Año Nuevo no es un momento de celebración para los que piensan de manera espiritual. No es cuando Dios dice que comienza un nuevo año, y las fiestas a menudo contienen elementos que no son recomendables. En lugar de ver caer la bola luminosa, ¿qué podrían hacer esa noche? Bueno, podrían acostarte temprano y descansar un poco más; jugar un juego de Monopolio o Scrabble (un juego de mesa en el que los jugadores usan fichas con letras para crear palabras en forma de crucigramas. Este juego es mi juego personal favorito); o podrían leer un buen libro o una revista en línea. Pasemos el tiempo sabiamente y evitemos ir de fiesta.

—Gayle L. Hoefker vive en Spanish Fort, Alabama, donde ella y su esposo sirven a miembros dispersos del cuerpo espiritual de Cristo como pastor y esposa del equipo del Ministerio del Dios Viviente—Golfo de México. Ella corre hace aerobismo todo el año, manteniéndose física y espiritualmente en buena  forma. —glhoefker@cogministries.org

Nuevamente, le pido a Dios que continúe bendiciéndoles abundantemente.  Nuestras oraciones y pensamientos están a diario con ustedes. Por favor, oren por nosotros también.